Los inicios de Catedral de los Milagros
Nuestra historia comenzó en 1985, cuando el Apóstol Alfredo Wisnewski y la Pastora Graciela abrieron las puertas de su hogar en O’Higgins para compartir la Palabra de Dios. Aquella pequeña reunión fue creciendo con el tiempo, hasta que comenzaron a utilizar el local ubicado al frente de su casa, fundando lo que se conoció como la Iglesia Cristiana de Hurlingham, con una congregación inicial de unas 150 personas.

Con el crecimiento sostenido, fue necesario ampliar el espacio. Se derribaron paredes y se unieron ambientes de una vivienda contigua para poder recibir a más personas. Años más tarde, a través de una palabra profética de un misionero de África, la iglesia cambió su nombre a Catedral de los Milagros. Desde entonces, los milagros comenzaron a manifestarse de forma cada vez más frecuente.

A lo largo de los años, mediante un trabajo constante y comprometido, la iglesia ha acompañado a familias, ha traído sanidad a corazones heridos y libertad a los oprimidos. El crecimiento fue tan grande que el espacio quedó chico, incluso realizando tres reuniones cada domingo.

Comenzamos a alquilar distintos lugares para congregarnos, hasta que, con la ayuda de Dios, logramos adquirir el predio donde hoy nos reunimos. Allí se construyó el actual auditorio de manera sobrenatural: el Señor proveyó cada recurso. Sin embargo, esto llevó años; por eso, paralelamente a la construcción, continuamos alquilando en clubes y diferentes espacios.
Hoy contamos con este lugar, que tiene capacidad potencial para 5.000 personas.

Actualmente, somos una gran familia compuesta por pastores y líderes que dedican sus vidas a extender el Reino de Dios, sirviendo con amor en distintas áreas: el deporte, la acción social, la rehabilitación de adicciones, la educación y el acompañamiento comunitario, entre otras.

Hoy somos miles, viviendo un avivamiento que no se detiene y que continúa expandiéndose en Hurlingham, en otras ciudades, provincias y naciones. Además, contamos con extensiones de Catedral de los Milagros en Tucumán y en la Zona Sur del Gran Buenos Aires, donde también se está viviendo un mover poderoso del Espíritu de Dios. En cada una de estas extensiones hay equipos pastorales comprometidos que acompañan a la congregación y trabajan activamente en la obra, llevando el amor y el poder de Dios a cada rincón.

¡Nuestro mayor anhelo es que vos también seas parte de esta familia, y que juntos podamos cumplir el gran propósito de Dios!